No dejé ir su mano inconsolable;
Ella me lloraba a lágrima y sangre
Me veía con sus ojos de madre.
Cesó pues, su mano inconsolable.
A gritos ahuyenté mi alma cobarde,
A gritos desgarré mi voz trémula.
Ahora, es mi alma la que diambula,
Y cuida del alma de mi dulce madre.
"Adiós" dije a la mujer de mi vida,
Adiós y hasta nunca, estrella blanca,
A Dios entrega mi alma afligida.
En mi corazón queda la estaca,
Que dejó una amarga dulce vida.
Gracias, y te amo, estrella blanca.
Ella me lloraba a lágrima y sangre
Me veía con sus ojos de madre.
Cesó pues, su mano inconsolable.
A gritos ahuyenté mi alma cobarde,
A gritos desgarré mi voz trémula.
Ahora, es mi alma la que diambula,
Y cuida del alma de mi dulce madre.
"Adiós" dije a la mujer de mi vida,
Adiós y hasta nunca, estrella blanca,
A Dios entrega mi alma afligida.
En mi corazón queda la estaca,
Que dejó una amarga dulce vida.
Gracias, y te amo, estrella blanca.
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